Yo era un palo endurecido de mantequilla, Pero fue fundida por su toque de calentamiento Mezclado con la dulzura de sus discursos, Azucarados, pero perfecto - no demasiado.
Preocupado por algunas situaciones difíciles, Ellos simplemente nos hizo más fuerte en el final. Entonces, las acciones de su gran sabor a vainilla Hecho mi vida una combinación aún mejor.
Luego, la harina! El bono! La bodega. Afecto. Todos juntos. ¡Perfecto! Nadie podía decir La nuestra no era la mezcla perfecta de sabores. Como usted me puso en tu bandeja de horno.
Coloque dentro del horno de tu seno Empecé a crecer, expandir, en la felicidad. Luego, cuando la vida era casi cerca de la perfección, Usted me hizo a un lado con un último beso.
Luego, cuando el amor era el enfriamiento de sus acciones, En que decidió que podría empeorar las cosas, Comer mí y todo lo que nos hizo, Con un vaso de leche para saciar su sed
Al igual que usted profesa usted nunca nunca, Como tantos hombres, tan cruel, tan tonto. Estás directamente desde el mismo cortador de galletas de edad. Eso está bien. Voy a vivir entre sus migajas.
Yo era un palo endurecido de mantequilla, Pero fue fundida por su toque de calentamiento Mezclado con la dulzura de sus discursos, Azucarados, pero perfecto - no demasiado.
Preocupado por algunas situaciones difíciles, Ellos simplemente nos hizo más fuerte en el final. Entonces, las acciones de su gran sabor a vainilla Hecho mi vida una combinación aún mejor.
Luego, la harina! El bono! La bodega. Afecto. Todos juntos. ¡Perfecto! Nadie podía decir La nuestra no era la mezcla perfecta de sabores. Como usted me puso en tu bandeja de horno.
Coloque dentro del horno de tu seno Empecé a crecer, expandir, en la felicidad. Luego, cuando la vida era casi cerca de la perfección, Usted me hizo a un lado con un último beso.
Luego, cuando el amor era el enfriamiento de sus acciones, En que decidió que podría empeorar las cosas, Comer mí y todo lo que nos hizo, Con un vaso de leche para saciar su sed
Al igual que usted profesa usted nunca nunca, Como tantos hombres, tan cruel, tan tonto. Estás directamente desde el mismo cortador de galletas de edad. Eso está bien. Voy a vivir entre sus migajas.
Me parece fascinante como se trenza la leche al despedirse del sachet hasta hacerse una superficie lisa que sube por el volumen de la taza. Pi por radio al cuadrado, dos minutitos de microondas, chocolate medio cucharón y las delicias de la física aplicada
Nacido en la Austria de posguerra, Juan Viena se dedicó su vida entera a reconstruir su pasado y el pasado de todos. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué escribo ahora esto?
Nadie lo sabe.